¿Pero quién soy y por qué hago esto?
Esa es la pregunta que a diario me hago
Soy Elsi Villicaña, una mujer mexicana promedio, con una familia promedio. Realmente no he pasado por situaciones terriblemente difíciles y puedo decir que he tenido una buena vida, con una madre que me ama y con algunos altibajos familiares, como seguramente todos hemos vivido.
Soy egresada de Ciencias de la Comunicación y vivo en Morelia, Michoacán. Comencé mi vida laboral desde el 2015 y de ahí no he dejado de ser lo que aquí le llaman “godín”, es decir, trabajadora de oficina, o empleada.
Sin embargo, tengo una gran pasión por la música y el canto. Amo cantar, bailar, escuchar música, leer y escribir. Actualmente trabajo de forma freelance como Cantante y como Voice Over en algunos proyectos institucionales, pero…
…es aquí donde viene el cliché: yo quería estudiar música, pero como a muchos nos pasa, en mi casa se horrorizaron por la idea. Me animaron a estudiar derecho, medicina u odontología.
Como ninguna de esas resonaba mucho conmigo, decidí estudiar Comunicación y mantenerme lo más cerca de la música como me fuera posible. Y es aquí donde comienza el problema.
Después de estudiar y al comenzar la vida laboral, me fui dando cuenta la vida sentada en una oficina de 8 de la mañana a 6 de la tarde se volvía bastante absurda. Pero, ¿qué podía hacer? ¿No se supone que es lo que todo el mundo aspira y hace? Tener un buen trabajo, estable, hacer lo mejor posible e ir subiendo y haciendo carrera en la empresa donde uno trabaja.
Después pensé que lo que necesitaba era formar una familia como la que todos esperaban, con una gran pareja, con planes a futuro y una hermosa relación, pero… tampoco ha funcionado.
Hoy tengo 32 años y aunque he pasado 9 años bajo una oficina (y aún lo hago hasta el día que escribo esto) estoy cansada, desmotivada y sintiéndome perdida.
Si solo tenemos una vida, si tenemos múltiples talentos, si hay un mundo entero que descubrir… ¿Por qué tenemos que pasar de 8 a 10 horas de nuestro día viviendo en un cubículo detrás de una computadora, trabajando para una empresa para la que, real y fríamente, eres completamente desechable?
Tampoco he tenido demasiado éxito en mis relaciones personales (románticas), y sentí por un momento que mi vida se me iría si no encontraba “esposo” antes de mis 30, porque así se supone que debe ser.
Esto entre muchas cosas, es lo que me ha hecho comenzar un viaje de descubrimiento personal y un camino hacia el emprendimiento y el explorar nuevas cosas.
Algunos dirán que ya estoy algo grande para eso, yo creo que hoy es lo más joven que voy a ser y hoy es lo más pronto que puedo comenzar.